Sal de tu Zona de Confort

Hay épocas en las que activamos nuestro piloto automático y entramos en una rutina. Siempre sucede lo mismo: cada mes, cada semana, incluso cada día parece igual que el anterior.

Muchas veces nos vemos envueltos en un entorno que controlamos, sabemos cómo funciona e incluso es predecible. Sí, se está cómodo en un sitio donde no habrá sorpresas, donde sabes qué hacer para que las cosas funcionen. Pero también te da la sensación de que has tocado techo y de que ya has avanzado todo lo que tenías que avanzar.

¿No te ha bloqueado alguna vez esta situación?  No te preocupes. Si te pasa esto, no eres el único. ¿Cómo puedes cambiarlo?

Si alguna vez has experimentado esta sensación y quieres salir de la rutina, es importante que conozcas qué es la Zona de Confort. Precisamente, todo lo que se ha descrito anteriormente formaría parte de ella, ya que es todo aquello que conoces y donde te sientes cómodo y fuera de peligro. Tan cómodo que incluso a veces puede resultar irritante y desmotivador.

Para evitar este tipo de sensaciones negativas, hay que salir de la Zona de Confort.

¿Porqué quedarte en tu Zona de Confort cuando tienes un montón de opciones y posibilidades por descubrir?

Cuando salgas de esta zona; te encontrarás con lo desconocido, lo nuevo y lo que aún no te has atrevido a llevar a cabo. Incluso están esos deseos que un día no te atreviste a hacer o aquella decisión que no tomaste por miedo al cambio.

Pero también tienes que pensar que, para llegar hasta donde has llegado ahora, has tenido que enfrentarte a situaciones desconocidas y has tomado decisiones que te han ayudado a crecer.

¿Qué hay de malo en atreverse a hacer algo diferente?  ....

…..   ¿Y si cruzara ese límite que me bloquea para superarme?

La Zona de Confort no es más que esa burbuja de seguridad en la que uno está envuelto. Esos límites imaginarios que nos marcamos sin apenas darnos cuenta y que, a veces, nos atan a no seguir evolucionando en nuestro desarrollo personal o profesional.

Puede que al cruzar ese muro que te bloquea, encuentres incertidumbre (por abrumarte la novedad) o miedo (al pensar que puede salir mal). Estos son sentimientos que te activan y ponen tu mente en alerta, pero que no hay que dejar que nos desborden porque pueden derivar a la frustración.

Por eso, no es necesario afrontar una situación que sabemos que nos va a superar, sino dar pequeños pasos hacia lo desconocido.

Tú eliges el nivel de cambio que quieres.

Utilizar otro camino para ir a trabajar, comprarte ropa en otra tienda o apuntarte a clases de salsa son acciones controlables que te sacan de tu zona cómoda. En cambio, empezar en un trabajo nuevo o incluso mudarte de ciudad o de país, son decisiones en las que tienes que estar más preparado para poder asumirlas.

Al final de tu experiencia encontrarás una gran satisfacción: te habrás enfrentado a una situación nueva y habrás ampliado tu área conocida. A través de estas experiencias nuevas, tu zona de confort se irá extendiendo.

Piensa que el ser humano tiene la capacidad innata de adaptarse a retos difíciles y a sobrevivir ante situaciones complicadas, ésta es la única manera para seguir evolucionando. Puedes considerarlo como la prueba perfecta para saber y demostrarte a ti mismo que vales más de lo que crees.

El siguiente vídeo te dará más información acerca de la Zona de Confort, cómo influye nuestro entorno al tomar decisiones y las ventajas de “dar un paso más allá”.

Y tú, ¿te atreves a soñar?

“No tengas miedo a fallar. Solamente corrigiendo nuestros errores podemos llegar a ser mejores personas.”