Taglines

Tu punto de referencia para conseguir todas tus metas. Hoy es un buen día para aprender algo nuevo sonreir por lo bueno premiarte por tus éxitos disfrutar de la vida

lunes, 11 de enero de 2016

¿Por qué pierdes el tiempo? Cinco motivos y cinco soluciones


El tiempo, ese recurso tan valioso que se nos escapa en los momentos en los que más lo necesitamos. Especialmente cuando tenemos que terminar algo y no lo damos por finalizado.


Por otro lado, está la sensación de que el tiempo no cunde, a veces porque las expectativas de cuánto va a durar una actividad no son realistas, a veces porque no hacemos que el tiempo que invertimos sea de calidad.


Tanto la primera como la segunda causa se pueden prever y evitar, pero vamos a dedicarnos a la segunda en esta entrada. Posiblemente haya más causas por las que el tiempo no cunda todo lo que queremos, pero seguramente te veas identificado en alguna de las que te presentamos a continuación.

Y no sólo te mostramos el problema, sino también cómo solventarlo.


gestión del tiempo
O manejas tu día o el día te maneja a ti. - Jim Rohn.

1. La de cosas que tenía por hacer, ahora mismo me pongo con ellas


Típico: tengo que terminar un trabajo/informe/estudio y me doy cuenta en ese preciso instante lo sucio y desordenado que está mi escritorio. Además, con los cajones tan desordenados no hay quien trabaje o encuentre cosas. Y ya que estoy, si me pongo a fregar los platos, ordenar el armario, aspirar la casa... STOP!


Muchas veces cuando tenemos que hacer algo que no nos agrada demasiado, aparecen muchas otras tareas que estaban en “pendientes”. Sorprendentemente se colocan en la parte de arriba de nuestras prioridades.


Es importante conocer qué importancia y qué urgencia tiene cada cosa que tenemos que hacer.


Limpiar el escritorio puede que sea condicionante para trabajar a gusto, pero dejemos los cajones para el próximo día. Para conocer cómo de urgente y de importante es cada tarea, puedes utilizar el Cuadrante de Covey que te explicamos con ejemplos aquí.


2. Hola, soy tu móvil, mírame


¿Te suena esta rutina de trabajo?

A la inmensa mayoría de los que tenemos un smartphone en el bolsillo sí. Y es el que hecho de estar hiperconectados y el FOMO (Fear Of Missing Out, siglas de perderse algo de lo que está ocurriendo) nos hace tener un ojo siempre puesto en esa pantallita.


Desconectar del móvil no es fácil, incluso resulta complicado salir sin él fuera de casa. Pero te recomendamos que, en los momentos en los que quieras ser productivo, pongas el móvil en modo avión. Durante 20 minutos. No es tanto tiempo. Seguro que puedes. Y después prémiate con 5 minutos de móvil. Controlados eso sí.


Para facilitarte la tarea, te ofrecemos más técnicas sobre cómo no ser tan dependiente del móvil para rendir más y, por qué no, para ser un poquito más libre.


3. Pausas sí, pausas interminables no


Bueno, hora de hacer una pausa. Así que te levantas a beber y a picar algo. ¿Qué habrá en la tele? Por encenderla un ratito no pasa nada, ahora mismo vuelvo al trabajo. Mientras tanto, voy a mirar una-red-social-al-azar para ver qué sucede por el mundo. [25 minutos después…]


A veces la pausas se van de las manos. Lo que empieza como un merecido descanso acaba como una hora de procrastinación en toda regla. Para evitar estas situaciones, lo ideal es planificar y ajustarnos lo máximo posible a estas pausas. Tener una alarma que nos haga tanto salir de la concentración en lo que estemos haciendo como volver a nuestro cometido.


Además, si estamos lejos de los grandes focos de distracción, mejor que mejor. Así que durante esos minutos olvídate de cualquier tipo de pantalla que tengas a tu alrededor y levántate, muévete un poco, hazte una bebida caliente... Haz algo que te ayude a desconectar de lo que estabas haciendo.


Pero claro, la teoría es sencilla pero a veces no somos capaces de controlarnos durante esas pausas y caemos en la procrastinación infinita. ¿Qué hacer cuando nos hemos dado cuenta de que hemos estado casi una hora sin hacer nada? Lo primero asumirlo. Pero ni te machaques por ello ni decidas que ya que has perdido tanto tiempo no pasa nada si lo sigues perdiendo.


Sé consciente de lo que he ha pasado y vuelve a lo que tenías que hacer. Puedes conseguirlo.




4. Trabajo non-stop



Llevas 4 horas pegado a eso que tienes que acabar delante del ordenador. Con el programa con el que estás trabajando abierto. Y no avanzas. Y tampoco estás concentrado en lo que haces. De hecho, tu productividad brilla por su ausencia. ¿Por qué? ¡¿Si le echas más horas que nadie?!


Párate un momento, pero literalmente. Date un respiro. Para cundir mejor y que el tiempo que estemos trabajando sea de calidad y no de cantidad, hacer pausas es clave.


Igual que hacer pausas interminables pone en peligro tu productividad, no hacerlas no sólo tiene consecuencias sobre ella, sino que te agotará física y mentalmente. Programa tiempos de trabajo y de descanso para que puedas rendir y relajarte a partes iguales.


Para hacer tus rutinas de trabajo más efectivas, te recomendamos la pomodoro technique. Ésta consiste en trabajar franjas de 25 minutos con pequeñas pausas intercaladas para que tu mente se despeje.


5. No soy lo suficientemente bueno


A veces nuestro peor enemigo somos nosotros. Y es que puede que el hecho por el que no acabas de ser productivo es porque eres demasiado exigente contigo mismo. Todo lo que hagas que no roce la perfección, es desechable.


No seas tan duro con lo que tienes que hacer y en vez de estar pensando en cómo conseguir algo perfecto, simplemente ponte a hacerlo. Una vez que lo termines lo podrás revisar y mejorar lo que ya has hecho.


Por un lado has sido capaz de terminar algo que tenías pendiente y, por otro, le has podido echar un vistazo para hacerlo todavía mejor.


Voltaire decía que “lo perfecto es enemigo de lo bueno”. Y es que muchas veces es más valioso hacer las cosas bien que hacerlas perfectas. Hacer algo bien significa que es un producto finalizado y que responde a las características que debe tener, mientras que la perfección requiere muchísimo tiempo y produce estrés.


Esperamos que esta entrada haya sido una pausa dentro de tu rutina de trabajo. :)


¿Cuál es tu mayor escape de tiempo que afecta a tu productividad? ¿Qué haces para solventarlo? Compártelo en los comentarios de abajo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario